El coaching es una herramienta que se considera una ventaja para el desarrollo personal y profesional. Sin embargo, muchas personas no aprovechan todo su potencial debido a ideas preconcebidas que distan mucho de la realidad. Ayuda a las personas a descubrir la grandeza de sus habilidades y liberar su verdadero poder desde esas cualidades que los hace únicos. Vamos a explorar los 5 grandes mitos del coaching que están frenando tu crecimiento y descubrir cómo puedes romper esas barreras para alcanzar nuevas alturas.
Mito 1: ¿Solo para ejecutivos? El coaching democratiza el éxito
Aclaremos algo de una vez: el coaching no es una herramienta exclusivamente para ejecutivos con oficina privada. Aunque muchos líderes recurren al coaching para perfeccionar sus habilidades, es igual de valioso para los miembros del equipo a todos los niveles.
Por ejemplo, Sara, una productora junior de marketing en una empresa emergente. Se sentía estancada en su puesto, insegura de cómo ser vista. Gracias al coaching, Sara se enfoco en su objetivo, mejoró sus habilidades de comunicación y, finalmente, asumió proyectos más grandes y desafiantes. Con la orientación adecuada, pasó de ser simplemente «buena» a un activo indispensable.
¿Para qué sirve? El coaching es para cualquiera que esté dispuesto a crecer, superar retos y brillar en su carrera.
Mito 2: Coaching es Terapia: ¿Cuál es realmente la diferencia?
Una pregunta muy familiar para quienes nos dedicamos al coaching es: ¿El coaching no es lo mismo que una terapia? Este malentendido hace que la gente se asuste con el coaching, pensando que es demasiado personal o innecesario a menos que haya un problema más profundo que resolver. La verdad es que el coaching y la terapia no son lo mismo.
La terapia se centra en curar heridas y problemas del pasado. El coaching, en cambio, se centra en el futuro. Está orientado al futuro y diseñado para ayudarte a alcanzar tus objetivos, desarrollar nuevas habilidades y potenciar tus fortalezas. Es como un deportista de alto rendimiento, que tiene un entrenador, no porque no sepa su deporte, sino para que vea lo que él no puede ver para lograr el objetivo. Está ahí para ayudarte a descubrir las herramientas necesarias para escalar y mejorarte. ¿Ves la diferencia?
Mito 3: ¿Sin tiempo para coaching?
Desarrollar habilidades lleva tiempo, y por supuesto el desarrollo profesional también, pero ¿quién dijo que tiene que ser un proceso extenuante? El mito de que el coaching consume mucho tiempo no es cierto. El enfoque moderno del coaching está orientado a los resultados y es flexible, lo que te permite ver cambios cuantificables más rápidos de lo que esperas. Es como cuando entrenas en el gimnasio tú solo con la rutina que te da el gimnasio y cuando contratas un entrenador, los resultados se ven más rápidos con esta última opción.
Según un informe de la Federación Internacional de Coaching (ICF), el 80% de las personas que trabajan con un coach experimentan una mejora de la confianza en sí mismas y más del 70% mejoran su rendimiento laboral, ¡todo ello en unas pocas sesiones! A veces, una conversación de una hora puede generar ideas o descubrir oportunidades que antes no veías.
Piensa en el coaching como una inversión en tu futuro: no se trata de gastar tiempo, sino de ahorrarlo. Trabajar inteligentemente y no arduamente.
Mito 4: ¿Habilidad blanda? No, es esencial para el éxito
«Habilidad blanda» suele ser sinónimo de “es bueno tenerla, pero no es fundamental”. Y ahí es exactamente donde este mito sobre el coaching yerra el blanco. Sí, el coaching implica habilidades interpersonales, pero su impacto en el rendimiento empresarial dista mucho de ser «blando».
Considere esto: los líderes que desarrollan habilidades de coaching crean equipos altamente comprometidos y capacitados. El coaching fomenta una mejor comunicación, una mejor resolución de problemas y una mayor capacidad de liderazgo. Según un estudio de Gallup, los equipos dirigidos por directivos que destacan en coaching son un 50% más productivos y tienen mayores tasas de retención.
Cuando calificamos el coaching de «opcional», restamos importancia a su papel como motor fundamental del éxito. ¿La verdad? El coaching es una competencia empresarial básica que da ventaja a las organizaciones.
Mito 5: Solo los profesionales de RR.HH. deben participar en el coaching
Aunque RR. HH. juega un papel vital en el fomento de una cultura de coaching, es un error pensar que el coaching empieza y termina en RR. HH. Los grandes coaches pueden provenir de cualquier departamento, nivel o incluso de fuera de la organización.
Si diriges un equipo y observas que uno de tus colaboradores tiene dificultades para adaptarse al alcance de un nuevo proyecto, imagínate esto: diriges un equipo y observas que uno de tus empleados tiene dificultades para adaptarse al alcance de un nuevo proyecto. En vez de esperar a que RR. HH. entre a mediar, empiezas a hacer preguntas reflexivas para ayudarles a encontrar una solución. ¿Adivina? Acabas de participar en un coaching entre iguales. Del igual manera, los coaches externos pueden ver otras cosas y aportar diversos conocimientos del sector que pueden dar lugar a nuevas ideas.
El coaching no se limita a un cargo, es una responsabilidad compartida y una oportunidad para que cualquiera inspire crecimiento y potencial.
¿Cómo puedes romper estos mitos?
Destierra estos mitos y convierte el coaching en parte de sus herramientas profesionales con pequeños pasos prácticos:
- Desafía tus prejuicios: Asiste a un taller o a una sesión de coaching para experimentar sus beneficios.
- Usa el coaching como aliado en el trabajo: Comparta sus ideas y experiencias con su equipo para crear una cultura que valore el crecimiento profesional.
- Encuentra a tu coach: Busca un coach certificado que se ajuste a tus objetivos, ya sean de liderazgo, gestión del tiempo, marca personal o desarrollo de habilidades.
- Manténte informado: Dedique tiempo a leer investigaciones o actualizaciones sobre las tendencias en coaching para profundizar en sus conocimientos.
El poder del coaching reside en su capacidad para provocar la transformación, tanto de las personas como de las organizaciones. Para liberar realmente tu potencial, es hora de dejar atrás estos mitos obsoletos. Recuerda: el coaching no es solo «algo que está bien tener». Es una ventaja comparativa para cualquiera que quiera crecer y alcanzar sus objetivos.