Hace poco fue el equinoccio de otoño, este evento marca el culmen de la estación y desde el inicio de los tiempos es una época de celebración, porque se celebra la última cosecha, antes del invierno. Muchas culturas a lo largo de la historia celebran esta época para valorar lo que la tierra nos ha dado y agradecer los frutos recogidos. Me preguntaras porque hablo de esta energía en un blog de imagen y armonía, acaso no deberíamos hablar de ropa, tendencias y colores, ¿Cómo podemos usar la energía del otoño en nuestra imagen personal?
Las artes orientales basan toda su sabiduría en el conocimiento en función de la naturaleza. La naturaleza es más que las 4 estaciones, está dentro de nosotros y alrededor de nosotros, en todo. Este conocimiento de las estaciones y los ciclos nos permite también organizar nuestra vida de una manera más armónica: Nuestra coloración pertenece a una estación, los atributos de vestuario se describen de acuerdo al concepto yin yang y las grandes pasarelas de la moda se hacen con base a las estaciones, las cuales traen consigo energías que nos pueden ayudar a hacer más productiva una actividad; haz de cuenta, como ir en un velero con la corriente a favor, el viaje es más rápido y con menos esfuerzo.
Esta época del año es ideal para agradecer todo lo que tenemos. Si, todo lo que esta en nuestro closet (me imagino que todavía hay cosas con etiquetas nuevas o 1 postura) y dejar ir lo que ya cumplio su ciclo. Hay muchas cosas que guardamos y mantenemos de las cuales es muy difícil salir, nos aferramos a ellas hasta el punto de buscar más espacio para guardar, que sacar lo que ya no usamos y no necesitamos. Esto sucede en nuestro interior, nos apegamos a creencias, percepciones, ideas o personas que nos limitan en nuestra creatividad y también nuestra sociabilidad. ¿Si no hay espacio como entran nuevas cosas a nuestra vida?
Cuando tenemos una casa llena, no hay donde moverse, así mismo estamos en nuestro interior con nuestros pensamientos y sentimos que necesitamos más espacio para seguir creciendo. La cantidad de cosas que se encuentran en el lugar para nosotros son símbolo de crecimiento. Sucede lo contrario cuando el espacio esta vacío o es austero, nos sentimos vulnerables, porque la cobija o los cojines que pueden hacerme la vida más cómoda no están. Se siente impersonal y frío. Lo mismo pasa en nuestro armario, cuando hay pocas cosas, sentimos que no tenemos lo que necesitamos para dar nuestro mensaje. Esto es un espejismo. La clave para una bella y cómoda casa, armario exitoso, es encontrar el balance entre lo lleno y lo vacío. La armonía en los espacios refleja la armonía que tenemos en nuestra vida. Como estás adentro, estás afuera y todo lo que te rodea.
Incluso esto se relaciona con nuestro estado emocional, nuestros espacios son un reflejo de nuestro interior. En esta oportunidad aprovecha la energía de la estación de otoño para examinar tu closet, agradece todo lo que tienes, las prendas que te han dado alegrías, en las cuales viviste momentos muy felices, así como las prendas en las que viviste momentos desafiantes y saca de tu closet aquello que no te trae buenos recuerdos o no te quede bien. Haz un ritual de desapego, limpieza y gratitud que te permita traer cosas nuevas a tu vida.